Cuando he dado la vuelta, y me dispongo a volver a la carretera el coche no avanza por mucho gas que le de. Bajo y me doy cuenta de que me he quedado un poco hundida en el barro y la gravilla. Después de intentarlo un par de veces y retirar un poco de fango, desisto y llamo a la madre. Me dice que en unos 15 minutos vendrá el papa. Mientras la peque llorando (llora cada vez que me bajo del coche y ella aun está dentro) y el mayor preguntando si iríamos al kerho.
De pronto jira un tractor que tenia que pasar por donde estoy yo... El hombre, muy amable, me intenta ayudar a sacarlo, pero tenemos un pequeño problema, no habla ingles ni creo que lo entienda. Yo le digo que no lo entiendo y el me sigue hablando en fines. Como comunicarnos no es posible le dejo hacer. El lo intenta un par de veces, quita un par de piedras, lo vuelve a intentar... y así un rato, hasta que me dice algo y se va (ni idea de lo que me ha dicho).
Al cabo de un ratito llega el padre y lo consigue sacar (no me preguntéis como, por que no el hombre ni yo pudimos), pero al sacarlo a mi no se me ocurre mejor idea que ponerme detrás. Conclusión, Ana llena de barro del pelo a los pies. El padre se ríe un poco a costa mía (y al llegar del trabajo los padres un poco más) y me dice por donde tengo que ir si quiero dar la vuelta otra vez (no creo que se me olvide nunca) y entonces llaga el hombre del tractor otra vez, que había ido a buscar algo para ayudar a sacar el coche (que majo el hombre).
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